domingo, 10 de julio de 2011

Pensaba que al mundo le faltaba soñar y por eso soñaba tanto, pero dejé de soñar en exceso, porque me di cuenta que me hacía daño, siempre es bueno soñar, pero todo tiene sus límites... y para dejar de soñar uno tiene que hacer las cosas que le gustan, que lo enriquecen...

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