viernes, 17 de junio de 2011

Aún recuerdo las clases de bioética, y es raro porque lo que menos pienso es en la materia, pienso en una chica tetona a mi lado, no mentira, pienso en lo del lenguaje, como ciertos términos como “ética” pueden condicionar todo un modo de ver las cosas, ahhh el maldito lenguaje, cada palabra esconde una historia por ende en un contexto y en subjetividades relacionadas, blablabla. Y seguí pensando en eso porque en la micro estaba rodeado de hombres que parecían ser trabajadores (ahh que alegría poder usar mi sentido común sin tener que argumentarlo, así es, eran trabajadores probablemente mal pagados. ¿Qué me hizo sacar esa conclusión? pues mis prejuicios que no me importa explicitar para efectos de esta parte del escrito), y pensaba que si me ponía a hablarles de ética (además de yo no tener un conocimiento muy profundo) no les importaría ni jota, y claro si no les sirve de nada, y pienso está clase de discursos filosóficos de alguna forma amparan estas ¿diferencias sociales?, porque por ejemplo se habla de que la ética ya no se piensa, por ejemplo, sino que la bioética está mas en boca de todos y pero en boca de quién!!!, de ciertos intelectuales y eso, -y chao!!- pienso entonces, pero no sé en realidad...


Recién releí esto y me doy cuenta de que no entiendo nada de lo que escribí, ¿será que me falta hablar con gente mas “normal”? o aún mas ¿hablar?... o tal ves escribir, o mas aún pensar en escribir para ser entendido... si claro es una buena opción y aquí voy... bueno mañana... ahora lo releí por segunda vez y lo entendí, pero claro uno se entiende a uno aveces.Yo vivo así, en reflexiones que pasan de un lado a otro, y luego digo: “no sé...” eso he sido, ¿ayudará esto a alguien? Aún se pueden cambiar muchas cosas, así que tranquilo, después de todo: ¡Quien tenga la formula perfecta que tire la primera...! bah no funcionó el chiste :P...

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