miércoles, 15 de mayo de 2013

RVD

Se dedicaron a destruir la modernidad desde polvorientos libros y estéticas decimonónicas, pero todo esto era una fantasmagoría, una ilusión complaciente.

Eran tan predecibles, tan controlables, tan identificables, tan manipulables, tan utilizables que sin saberlo eran un engranaje necesario y funcional. Institucionalizaban la rebeldía, la cristalizaban, la convertían en algo mecánico y obvio, ocupaban su lugar como "disidencia aceptada".

Nunca supieron lo que era la libertad porque nunca estuvieron "un poco locos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario