lunes, 4 de junio de 2012

Los gigantes del espacio.

Una gigantesca mano eclipsó todo el hemisferio Sur de aquel planeta carente de vida, sus áridas montañas fueron  destrozadas en un pestañeo y en otro fue sumergido en la oscuridad.
Se escuchó (si es que hubiese habido alguien para oir) por todo el planeta una voz grave:
-Tú tiempo pequeño terrón ha acabado, no has alcanzado a albergar vida-
Otra voz retumbó en los océanos.
- He perdido mi apuesta una vez mas, pensé que le habíamos dado las condiciones perfectas, nunca hemos podido contra el azar-.
La primera voz replicó -El azar es el único que ha podido crean vida inteligente hasta ahora-
-Si lo he notado, como en ese planeta, el tercero de ese pequeño sistema-
- ¿Deberíamos deliberar si su tiempo ha acabado?- dijo una tercera voz
- Así es, veamos si sus habitantes no se convertirán en una amenaza para el resto del universo-. Dijo la segunda voz.

Los tres cosmico-antropomorficos cuerpos desaparecieron al instante de aquel cuadrante y aparecieron en el quinto planeta del sistema solar.

En el tercer planeta sus habitantes observan a lo lejos estos gigantescos cuerpos. Los astrónomos no saben que responder, las religiones fuerzan sus viejas tradiciones y mitos para hacerlos calzar en alguna parte. Los optimistas hablan de un cambio de paradigma. Los mas desconfiados preparan sus armas, estos son los gobiernos. El ciudadano a pie tiene diversas reacciones que desatan caos.

Los gigantes del espacio miran sin decir ni una palabra mientras se acercan movidos por una energía invisible a la tierra. Ven como les llegan minúsculos trozos de metal con información, les han mandado satélites para recibir respuestas. Los gigantes sin tocar los aparatos los devuelven a su raiz con su respuesta: ninguna.

Los humanos se desesperan y lanzan toda su artillería nuclear, biológica y cualquier ocurrencia que este al alcance de sus manos pero las explosiones chocan contra la piel desnuda de los gigantes que ya están al lado de la tierra, sin hacerles el menor daño.

Al fin se les puede ver el rostro a la luz del sol, parecen viejos pero no ancianos, tienen apariencia de una vejez inmortal, arrugas endurecidas, trozos de cuerpos celestes enterrados en estas grietas mas grandes que Jupiter.

Una gigantesca mano eclipsó todo el hemisferio Sur de aquel planeta rebosante de vida y en un pestañeo fue sumergido en la total oscuridad. Luego la mano se abre, y los gigantes desaparecen, con solo un mensaje que resuena por todos los lugares:

-Aún no son un peligro-

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Final alternativo.


Una gigantesca mano eclipsó todo el hemisferio Sur de aquel planeta rebosante de vida y en un pestañeo fue sumergido en la total oscuridad. Luego la mano se abre, y los gigantes desaparecen, con solo un mensaje que resuena por todos los lugares:

- Se me quedó la luz prendía-



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